MIENTES [Kailu]

Nombre de la autora: mayita

Duración: Two shot

Personajes: Kailu (Kai y Luhan)

 

 

PRIMERA PARTE

 

Otro día más Kai despertó solo en la cama. Miró a todos lados pensando en encontrarlo, pero no estaba. Se destapó de mala gana y caminó hasta el baño. No era posible que una vez más Luhan haya salido de la cama sin haberse dado cuenta. ¿Cómo le hacía? Pues ni el mismo sabía.

 

Se duchó por todo el sudor de la noche anterior y luego se vistió para salir. Buscó su teléfono para llamar a Luhan y preguntar a qué hora podía ir a recogerle. Marcó el número y esperó a que respondiera, pero Luhan no respondió. Intentó cinco veces más y no obtuvo respuesta.

 

-Lu, contesta… – habló para el mismo.

 

Por última opción le dejó un mensaje de voz.

 

«Hola, Lu… ¿Cómo es que has salido de la cama? jajaj No importa. Quería saber a qué hora pasaba a recogerte. Sé que ahora debes estar ocupado, pero llámame en tu hora libre. Te quiero…»

 

Dejó el celular en el sillón y caminó hasta la cocina. Se sirvió un poco de leche y miró el reloj, eran las once de la mañana. Tal vez solo iba a esperar una hora más para que Luhan le llamara, sabia su horario y al medio día estaría libre.

 

Regresó a la sala, prendió el televisor y se entretuvo con cualquier programa infantil que transmitían a esa hora.

 

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-¡Luhan, no demores mucho en vestirte! – le avisó su manager.

-De acuerdo… – respondió de forma desganada y aburrida.

 

Luhan era modelo de la agencia más prestigiosa de Corea del Sur, la SM. Era temporada verano y aquel día tenía una sesión de fotos para una marca de ropa muy conocida en Asía.

 

Luhan salió de su camerino ya cambiado y se dirigió al set.

 

-Estoy listo – anunció una vez que llegó.

 

Su manager caminó hasta él y le acomodó la ropa tanto como el cabello bien peinado.

 

-¿Crees que todas las personas están a tu disposición? – le regañó – Llegas tarde, y lo peor de todo es que pareces no haber dormido bien. Tienes unas grandes ojeras y…

-Deberías agradecer que llegué. Por mí fuera no me levantaba de la cama.

-Entonces no hubieras venido. ¡Hubieras visto por ti mismo como ganarte el dinero para este mes!

-No necesito más dinero, tengo el suficiente. Y tengo a Jongin.

-¿Y crees que Jongin va a seguir aguantado todo lo que le haces? Se aburrirá y te dejará. ¿Crees que va a pagar tus terapias? ¡No! ¡No lo hará! Así que déjate de ser altanero y cumple con tus obligaciones. ¡¿Entendido?!

 

Luhan no respondió. Se mordió la lengua mientras su manager le recriminaba la verdad en su cara. Le dieron unas ganas tremendas de llorar y salir corriendo de ese lugar en busca de unos fuertes brazos que pudieran consolarlo. Pero no lo haría porque su manager tenía razón, él necesitaba el dinero para su terapia.

 

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-No, Chanyeol. Esta noche no podré.

-¿Por qué? ¡Es mi cumpleaños!

-Es que…

 

Kai no sabía si contarle la verdad a Chanyeol. Su amigo le recriminaría por haber regresado con Luhan después de todo el daño provocado. ¿Qué excusa podría inventar para faltar a su cumpleaños?

 

-¿Qué, Jongin? ¿Por qué no puedes?

-Mi hermana viene hoy de visita a Seúl.

-Pues tráela.

-A ella no le gustan las fiestas.

-¡Vamos Jongin! No puedes faltar.

-Lo siento, Yeol. No podré – colgó el teléfono con lo último que dijo. Chanyeol volvió a insistir con una nueva llamada, pero Kai no respondió.

 

No quería mentir más a su amigo. Evitó las siguientes llamadas de Chanyeol y luego su amigo dejó de insistir. Se sentía mal al respecto, pero él no iba a cambiar a Luhan por nada en el mundo.

 

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-Dame tu mejor perfil – el fotógrafo le dijo a Luhan para que este diera una mejor pose.

 

Luhan se veía muy cómodo con la ropa que llevaba puesta. Posaba de una manera muy natural delante de la cámara. Sonreía de vez en cuando y obedecía todo lo que le indicaba el fotógrafo. Durante toda la tarde estuvo en el estudio, cambiándose de ropa y posando para aquel desconocido fotógrafo.

 

-¡Listo! – anunció – ¡Hemos terminado!

-¿Puedo ver las fotos? – preguntó Luhan de manera seductora.

-Claro, pero primero las descargaré en la computadora.

-Entonces regreso. Iré a ducharme y cambiarme – seguía con el tono seductor en la voz.

-De acuerdo Luhan, yo espero.

-Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?

-Me llamo, Sehun.

-Espérame Sehun, no demoro.

 

Sehun sonrió cómplice de lo que vendría después. Luhan continuó su camino hasta su camerino y se quitó la ropa que llevaba puesta. Se metió a la ducha y se mordió los labios de la emoción. Aquel fotógrafo sí que le hacía fantasear de sobremanera. Mientras el agua le recorría se imaginaba que eran las manos de Sehun quien le tocaba, quería que aquel hombre lo penetrara sin compasión alguna. Se imaginaba ser jalado de los cabellos y ser dominado por él. Su mente empezó a volar con un y mil imágenes desnudos teniendo solo sexo.

 

Y en eso, apareció Kai dentro de su fantasía. ¿Dónde iba a quedar él en todo esto? Sabía que era egoísta de su parte solo pensar en sus necesidades, pero su obsesión por tener a Sehun dentro de él era mucho más fuerte que cualquier otra cosa en el mundo.

 

Salió del baño y se vistió. Se miró en el espejo y acomodó su cabello húmedo. En eso su celular vibró, al cogerlo vio en la pantalla en nombre de: “Kai-shi”. Se mordió los labios dudando si responder o no. ¿Qué le diría?

 

-Dime – decidió responder.

-Amor, ¿Dónde estás? ¿Ya terminaste con tu sesión de fotos? – preguntó muy amable. Su voz se escuchaba preocupada, y tenía sus motivos. Luhan no le había llamado en todo el día.

-¿Para qué llamas? – fue tajante con él.

Hubo un breve silencio por parte de Jongin, tal vez estaría escogiendo las palabras adecuadas para recién hablar. – ¿No has escuchado mi mensaje de voz? Pensé que podía ir a recogerte – comentó deprimido.

-No tienes por qué…

-Yo pensé que…

-Sé lo que pensaste. Creíste que habíamos retomado la relación ¿verdad? Pues déjame decirte una cosa. Lo que sucedió ayer no significó nada. Nada Kai.

-Eso no fue lo que dijiste ayer mientras hacíamos el amor. Dijiste que me querías – el tono de voz de Kai empezó a tonarse molesta.

-Siempre crees todo lo que digo ¿No? Deja de ser ingenuo y madura de una vez. – Luhan esperó que Jongin pudiera defenderse o decir algo a su favor, pero no lo hizo. Le molestó que se quedara callado sin decir nada más. Iba a colgar, pero fue entonces que escuchó la voz del menor.

-Has vuelto a caer ¿verdad?

-No sé de qué hablas…

-Sabes de lo que hablo. – Interrumpió – No tienes autocontrol. Por estas cosas es que me decepcionas cada día más.

-¡Basta! ¡Cállate, Jongin! – chilló Luhan frustrado – ¡No te importa lo que haga con mi vida! ¡Y mucho menos me importa la tuya!

-¡Mientes! – ahora era el turno de Kai – ¡Mientes! Sabes que mientes. Si no ayer no te hubieras aparecido en mi puerta.

-Tengo mis necesidades. Ese es el motivo por el que fui a tu casa anoche.

-Me haces daño. Siempre me lo has hecho. Luego te arrepientes. ¿Y sabes que es lo peor de todo? Que siempre llegas cuando estoy a punto de olvidarte. Ahora escúchame bien… Busca tu camino en otra parte, mientras yo busco el tiempo que perdí. ¡Siempre estoy mejor sin ti!

-Bien, eso haré… – colgó la llamada y el pecho se le oprimió por las cosas que se habían dicho uno al otro. Su Jongin ahora ya no quería saber nada de él. Se lo merecía por egoísta. No merecía a un hombre tan bondadoso y maravilloso como Kai.

 

Salió de su camerino y se dirigió al set de fotografías. Como esperaba, Sehun aún seguía ahí. Revisaba cada foto tomada y separaba las mejores. Estaba solo, todo el piso esta desolado a excepción de ellos dos. Luhan tenía que ser fuerte, no podía caer una vez más en la tentación.

 

-¿Has visto a mi manager? – preguntó por detrás de Sehun. Este no se sorprendió ya que le había visto llegar desde el reflejo de la pantalla del monitor.

-Ya se fue. Le dije que yo te llevaría a tu casa.

-No debiste mentirle. – Sehun se levantó de su asiento y caminó hasta él.

 

Luhan se giró para salir de aquel lugar, pero Sehun le detuvo tomando fuerte de su brazo. Pegó su pecho a su espalda y olfateó el aroma de su cabello. Ese simple roce despertó los sentidos del pequeño. Ladeo la cabeza y dejó que Sehun hiciera el resto…

 

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Kai tomó un jarrón del comedor y lo lanzó contra la pared opuesta a la sala. El jarrón impactó destruyéndose y dejando vidrios alrededor.

Kai se tomó de los cabellos y los revoloteó de la impotencia. Conocía perfectamente a Luhan y aun así confió una vez más en él. ¿Qué no significó nada lo de anoche? ¿Entonces por qué demonios Luhan le repetía una y otra vez que lo quería? Jonginse sentía usado y tirado una vez más. “Tonto, tonto, tonto” se reprimía el mismo.

 

Miró el reloj, eran las nueve de la noche. Se quitó la ropa y entró a la ducha por segunda vez al día, luego de estar limpio buscó ropa para ir de fiesta. Era el cumpleaños de su mejor amigo y había sido un idiota por haberse negado ir y peor aún por culpa de Luhan.

 

Salió de casa muy bien vestido y perfumado. Cuando llegó a la casa de Chanyeol, Baekhyun fue quien lo recibió.

 

-Kai… ¿Cómo has estado? – le saludó casi gritando por el fuerte sonido de la música y le abrazó con mucho cariño.

-No del todo bien – respondió de igual forma.

-¿Qué sucede, Jongin? ¿Qué está mal?

-Nada que importe demasiado – intentó sonreír – ¿Dónde está el cumpleañero?

-Allá… – Baekhyun señaló a su novio en el centro de la sala mostrando sus mejores pasos de baile.

 

Kai dejó a Baekhyun y se dirigió en busca de su amigo. Chanyeol al verlo se detuvo de mover las caderas y se acercó para saludarlo.

 

-¡Maldito, bastardo! – gritó Chanyeol en su oído. Se notaba a kilómetros que estaba pasado de tragos. – ¡Te perdiste de lo mejor!

-Lo siento por no venir antes, tuve un inconveniente.

-No importa ahora. Lo importante es que estas aquí – habló más fuerte.

 

Kai se acopló al ambiente muy rápido y empezó a beber junto con Chanyeol. Se servía varias copas mientras bailaba o eso creí el que estaba haciendo. De pronto mientras sus ojos miraban a todos a su alrededor, se fijó en una persona en especial. Era ella, la misma chica que le gustaba de la universidad. Su nombre era Victoria y era un año mayor que él. Se recriminó por siempre tener que fijarse en personas mayores, tal vez eso le hacía ver vulnerable y que intentarán aprovecharse.

Ya que estaba pasado de copas caminó hacia ella y se sentó a su lado sin permiso alguno. Ella se sorprendió por su repentina presencia pero luego Kai le sonrió de manera divertida y comenzó a presentarse.

Victoria era un joven divertida y dulce. En ningún momento trato indiferente a Kai por aparecer y presentarse de esa manera. Hasta incluso salieron a bailar y ninguno se quiso separar del otro en ningún instante.

Las horas pasaron y entre coqueteos y algunas caricias, Kai sacó a Victoria de la fiesta y la llevó hasta su auto. En ese estado etílico manejó hasta su casa con mucho cuidado de poder tener algún accidente. Al cerrar la puerta principal de la casa Kai no quiso perder más tiempo. Tomó a Victoria contra la puerta y empezó a besarla sin dejar que ella protestara. Poco a poco se empezaron a quitar la ropa mientras iban de camino al cuarto.

Kai se sintió demasiado culpable. No quería a Victoria en su habitación, al que verdaderamente quería era a Luhan, poder besarlo, abrazarlo y hacerle de amor cuantas veces el quisiera. Pero eso no sucedería esa noche ni en ninguna otra. Luhan ahora estaba con otro, así que él podría estar con otra también.

 

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Sehun recostó a Luhan sobre su cama. No habían demorado en llegar a su apartamento, subieron por el ascensor sin poder resistirse a los toqueteos. Cuando llegaron cada uno tiró sus cosas alrededor de la sala y Sehun llevó a Luhan semidesnudo al cuarto con su cámara en manos.

Al tenerlo recostado sobre su cama empezó a tomarle fotos, era como una sesión fotográfica pero al estilo pornográfico. Luhan le quitó la cámara y le tomó varias fotografías a Sehun semidesnudo. También tomó fotos del momento en que le quitaba el pantalón y el bóxer. Cada momento era una fotografía nueva. Hasta cuando Luhan era follado, Sehun guardaba en su cámara cada gesto, cada gemido y cada suspiro.

 

Luhan se sentía bien consigo mismo. Era lo que tanto había anhelado aquel día. Su fantasía se estaba cumpliendo, ya tenía a Sehun dentro de él. Pero su mente también era un traicionero, se imaginaba a Kai diciendo su nombre y que eran las caricias de él las que le daban ese placer.

Con esa imaginación se llegó a correr y machó el pechó de Sehun. No espero mucho tiempo para que este también lo hiciera dentro de él.

Sehun salió de él y desechó el condón que había estado utilizando. Se recostó a su lado de la cama pero Luhan le dio la espalda y se quedó dormido.

 

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Estaban recostados sobre la cama sin decirse palabra alguna. Kai aún estaba recuperando el aliento y Victoria miraba al techo.

 

-¿Quién es Luhan? – preguntó de pronto.

 

Jongin se giró sorprendido para verla ante aquella pregunta.

 

-¿Cómo dices?

-Es que lo mencionaste dos veces mientras… – Victoria se sonrojó y no terminó la frase. No era necesario hacerlo porque ya Kai había entendido de sobra.

-Lo siento – se sintió la peor persona del mundo.

-No lo sientas. Tampoco esperaba que dijeras mi nombre a la primera noche. Ni siquiera hemos tenido una cita antes – se encogió de hombros – Creo que es normal que pienses en otra.

-Otro… – Victoria abrió los ojos – Luhan es un chico.

-¿Un chico? ¿Eres homosexual? ¡No espera! Has tenido relaciones conmigo, no puedes ser homosexual. Eres bisexual.

-Sí, soy bisexual – afirmó.

-¡Woooww! Es la primera vez que me acuesto con un bisexual, y no ha sido tan diferente.

 

Con aquel comentario logró sacar una sonrisa a Kai. Empezó a sentirse más relajado con ella ya que no le discriminaba por lo que era. Hasta le parecía divertida aquella situación.

 

-¿Y me vas a decir quién es?

-Luhan es mi ex novio.

-¿Hace cuánto que terminaron?

-Bueno, a decir verdad nunca estuvimos… para él – recalcó lo último – Para mí era todo lo contrario, era tener una relación porque salíamos como una pareja, nos besamos como una y hacíamos el amor de igual forma. Pero él nunca me quiso de la misma manera. Para él solo fui un pasatiempo.

-¿Y nunca te lo dejó bien en claro?

-¿Cómo podría hacerlo?

-Hay muchas formas de dejar en claro las cosas. Si solo quieres sexo no tendrías citas ni esas cosas. Solo se encontrarían en un cuarto de hotel y listo. Pero en una relación es totalmente lo contrario. Sales a citas, cenan y hasta van al cine juntos, se regalan cosas y demuestras su amor. ¿Lo tuyo como era?

-Como la segunda opción. Tal vez tengas razón, pero para Luhan salir con alguien es lo normal, también lo hace con sus amigos.

-¿Y también se acuesta con sus amigos?

 

Kai no respondió, ni el mismo sabía si Luhan se acostaba o no con sus amigos. Pero viniendo de él no descartaba esa posibilidad.

 

-¿Por qué aún piensas en él?

-Porque lo amo.

-¿Y por qué no están juntos?

-Él no puede.

-¿No puede o no quiere?

-No puede estar con una sola persona a la vez. Le gusta ser el centro de atención y acostarse con el primero que se le cruce en el camino.

-¿Hablas enserio? ¿Acaso es un ninfómano incontrolable? Jajajaj – Victoria se carcajeó por la broma pero Jongin la miró de forma seria – ¡No me digas! ¡¿Es un ninfomano?! – se sorprendió ella misma por haber acertado.

-Lo es. Está siguiendo una rehabilitación una o dos veces por semana. Es adicto al sexo y siempre quiere follar con todos.

-Ohhh – Victoria sintió pena por Jongin. Aquello no iba nada bien, y lo peor es que Kai era un tonto que hasta pondría las manos al fuego por Luhan.

-No sientas pena por mí, por favor. Yo no tengo pena por él, es lo que él ha elegido. No quiere cambiar y al parecer nunca podrá. Solo tengo que dejar pasar el tiempo y olvidarlo.

-Creo que es lo mejor. ¡Si quieres podemos tener una cita! – dijo muy animada.

-¡¿Qué?! – se alarmó.

-No te asustes. No te estoy pidiendo que seas mi novio, pero podemos salir como amigos. De esa manera te distraerás y le olvidarás más rápido.

 

Kai se lo pensó con calma. ¿Acaso Victoria había llegado a su vida para ayudarle a olvidar a Luhan? El destino le estaba poniendo a esta persona para que todo sea más fácil.  ¿Por qué no intentarlo?

 

-Creo que tienes razón. Será más fácil todo esto – alzó la comisura de su labio intentando sonreír.

 

Victoria por su lado le dio un beso en la mejilla y salió de la cama para dirigirse al baño.

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Luhan se levantó de la cama dejando al camarógrafo durmiendo sobre ella. Buscó una camisa del armario de Sehun y se la puso, le quedaba muy grande y suelto pero no le importó, buscó su bóxer y se lo colocó. Así como estaba; sin pantalones y descalzo; salió de la habitación y caminó hasta la sala. Tomó su bolsa y rebuscó entre el fondo de este, encontró su teléfono y miró la hora. Eran ya casi las cinco de la madrugada. Miró hacia la esquina de la pantalla, tenía un mensaje de voz.

 

«Hola, Luhan… ¿Cómo es que has salido de la cama? jajaj No importa. Quería saber a qué hora pasaba a recogerte. Sé que ahora debes estar ocupado, pero llámame en tu hora libre. Te quiero…»

 

Soltó un suspiro después de haber escuchado el mensaje de Kai. La soledad lo invadió en ese momento. ¿Qué había hecho? Su Kai-shi tenía razón, él no tenía autocontrol. Sus instintos siempre iban más allá de su voluntad. Siempre quería encamarse con cualquiera, no importaba de donde eran o de qué forma los conocía, su instinto sexual tenía el control de su cuerpo y él no podía hacer nada.

 

Quiso golpearse el mismo por haberle hecho tantas cosas horribles a Kai, tantos engaños y juegos. ¿Qué tipo de persona era? Sin duda la peor. Se odiaba por ser como era, y por no reconocer que al que realmente quería era a Kai. ¿Y por qué no decírselo? ¿Qué tan complicado era decir un “Te amo”?

 

Se dirigió a la terraza para tener una mejor cobertura. Marcó el número de Kai a toda velocidad y espero a escuchar a su voz. Una timbrada, dos timbradas y nada…

En eso apareció Sehun una vez más con su cámara fotográfica, le tomó una foto y Luhan se percató de su presencia pero no dijo nada. Él quería que Jongin respondiera el teléfono y punto. Volvió a re-llamar pero esta vez se notaba la impaciencia en su rostro. Sehun iba a tomar una nueva foto, pero Luhan alzó el brazo y colocó su mano delante de la cámara. Ya se había cansado de ese jueguito de las fotos. Solo había sido una vez y no se volvería a repetir.

 

-¿Diga? – respondieron detrás del auricular.

-¿Hola? – Luhan miró la pantalla para verificar si había marcado bien el número, y efectivamente lo había hecho. Avanzó hasta la sala quitando a Sehun de su camino y se dirigió hasta la cocina para tener privacidad.

-¿Si? – era claramente la voz de una mujer.

-¿Quiénes eres? – preguntó alterado.

-¿Quién eres tú? – respondió ella alzando la voz.

-No te importa. Alcánzame a Kai – exigió.

-Kai no te necesita, ¡Déjalo en paz! Tú estás con otro ¿no? Deja de ser egoísta y déjalo que se quede conmigo.

-¡Maldita zorra! – chilló histérico – ¡Si no me alcanzas a Kai, te las veras conmigo!

-Luhan… – ahora era la voz de Kai quien estaba del otro lado.

-Jongin… ¡¿Se puede saber quién demonios es ella?! – gritó.

-¿Para qué llamas, Luhan? Tenía entendido que no te importaba mi vida.

-Jongin, yo…

-Se acabó, Luhan. No puedo más con esto. No eres la persona que creí que eras ni mucho menos la que pedí. Mientes todo el tiempo y ya no puedo soportarlo. No me gusta vivir así… – Los ojos de Luhan empezaron a picarle, sabía que iba a llorar.

-Jongin, podemos hablarlo. Te prometo que cambiaré.

-Te conozco tan bien que sé que ahora estas mintiendo.

-No lo estoy haciendo… – empezó a hipear – te necesito conmigo.

-Ya no más…

-Te amo… – soltó sin más pero Kai no respondió. – Te amo, Kai.

-Duerme un poco, pequeño. Tal vez cuando despiertes ya no pienses lo mismo… – fue lo último que escuchó porque ya Jongin había colgado.

 

Luhan se puso a llorar de la impotencia, aventó el teléfono al suelo y se dejó caer sobre el piso frio de la cocina. Él había sido el peor de los idiotas, ya lo había perdido todo incluido a Kai. Pensó que tal vez su vida no significara nada si no tenía a la persona que soportaba todas sus infidelidades. Su manager siempre tuvo razón, Kai se iba a aburrir y así pasó. Si ya nadie lo quería, no quería vivir.

 

Tomó un cuchillo de la barra de cocina y sin pensarlo se cortó en la base de la mano. No gritó por el dolor, se mordió el labio para que nadie viniera ayudarlo. Poco a poco vio como la sangre salía en grandes cantidades de sus muñecas, se empezó a sentir mareado y su visión se nublaba. Era el momento, su último respiro llegaría pronto. Cerró los ojos y perdió el conocimiento.

 

“Todo se terminará pronto, Jongin. Ya no sufrirás por mí”

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Hola chicas, supongo q se habrán dado cuenta que hay dos versiones de este two-shot. Version Kailu y Baekyeol. Ya ustedes deciden cual leer 🙂

Espero les haya gustado la versión Kailu tbm.

Besos y Gracias! 😉

PD: La segunda parte titulará «ALÉJATE DE MI»